El cuerpo almacena todas las vivencias emocionales significativas que experimentamos desde la gestación, así como en cada una de las etapas evolutivas de nuestra infancia. Abrirnos a conocer nuestra historia y sanar las heridas psicoemocionales que se quedaron abiertas en cada una de estas etapas, nos permite un mayor contacto con el presente, con la espontaneidad y con la libertad. La Terapia Corporal Integrativa nos ayuda a integrar el cuerpo como lo que somos, a la vez que recuperamos el contacto con un espacio interno que nos abre las puertas hacia nuestra verdadera naturaleza.
Desconozco cómo has llegado hasta aquí, pero me alegra saber que tienes unos minutos para dedicarme tu tiempo. Así es como puedo ayudarte, dedicándote mi tiempo, acompañándote en aquello que desearías conocer, transformar o descubrir. Acompañándote de regreso a ti.
Se necesita valentía y no poco miedo para abrir las puertas de nuestro mundo interno, y darnos cuenta de cómo nos tratamos, cómo son nuestros pensamientos, emociones y actitudes, y, en definitiva, ser conscientes de cómo vivimos lo que nos pasa. Puedo acompañarte a descubrir la forma en la que ves y gestionas tus asuntos, así como ofrecerte una nueva perspectiva, no más válida que la tuya, pero quizás diferente. Y, entre l@s dos, reforzar una relación terapéutica que pueda permitirte crecer y tener más confianza y consciencia de ti mism@.
“Trata de no resistirte a los cambios que vienen en camino.
En su lugar, deja que la vida viva a través de ti.
Y no te preocupes de que tu vida se esté poniendo del revés.
¿Cómo sabes que el lado al que estás acostumbrado es mejor que el que va a venir?.”— Rumi
“El cuerpo conoce todo lo que le ha sucedido, pero no puede expresarlo con palabras”
— Alice Miller
De la misma forma que cada uno de nosotros desarrollamos un carácter, fruto de todas las experiencias físicas, emocionales y mentales que hemos vivido a lo largo de nuestro paso por las diferentes etapas evolutivas, también somos un cuerpo con una coraza muscular, que nos aguarda y nos protege. Algunos de nuestros impulsos energéticos o emociones no expresadas en algunas de nuestras experiencias quedan pulsando en nuestro cuerpo en forma de bloqueos o tensiones, afectando a aspectos tan aparentemente sencillos como nuestra respiración, nuestra postura, nuestra forma de caminar…
La Terapia Corporal Integrativa busca aflojar nuestra coraza muscular, que no es otra cosa que nuestro carácter reflejado en el cuerpo, para recuperar el libre flujo energético – liberar toda la energía que alguna vez quisimos expresar y tuvimos que reprimir; y sensibilizar al cuerpo, permitiéndonos un mejor anclaje y arraigo al momento presente.
Tomar consciencia de uno mismo implica explorar nuestra relación con el contacto, el movimiento, identificar y apropiarnos de las sensaciones que nos ofrece, conocer nuestra propia respiración y aflojar todas aquellas tensiones que nos impiden vivirnos de forma auténtica, así como recuperar nuestra autorregulación organísmica. Desbloquear nuestra coraza muscular implica una mayor libertad y fluidez de energía, para poder estar más en contacto con nuestras emociones, nuestra espontaneidad y nuestra propia esencia.
“No existe nada en el mundo que no nos hable.
Todo y todos revelan su propia naturaleza, carácter y secretos continuamente.
Cuanto más despleguemos nuestros sentidos internos, mejor podremos entender la voz de todas las cosas.”
— Hazrat Inayat Khan