Sobre la pareja
La pareja es un espejo, nos muestra aquello que aún no está resuelto en nosotros/as mismos/as y nos brinda la oportunidad de darnos cuenta y crecer.
La intimidad, la complicidad, la confianza, el proyecto de vida, la comunicación, la sexualidad, la admiración, son algunos de los ejes que sustentan la relación de pareja.
Cuando una relación de pareja no fluye cómo nos gustaría conviene profundizar en qué asuntos se nos presentan para trabajar. Por ejemplo, explorando cuáles son los ejes que están generando algún tipo de desequilibrio en la relación o cuáles no están presentes en la misma.
A veces dejamos de ver a la otra persona porque solo podemos escuchar nuestras propias necesidades, situación que suele implicar rabia y frustración e incluso falta de comprensión.
A veces ocupamos unos roles infantiles que nos impiden relacionarnos desde una posición adulta basada en la responsabilidad y el respeto mutuo, generándose así una incoherencia interna que nos lleva a la incomodidad.
Otras veces tenemos dificultad en aceptar a la otra persona tal como es y nos empeñamos en que la otra persona cambie con tal de no sentir eso que realmente nos hace sentir.
A veces nos exigimos estar disponibles y entregarnos a determinados asuntos y situaciones que nos alejan de nuestra propia identidad, por miedo al rechazo, al castigo o al abandono, muchas veces anticipado y desconectado de la realidad.
Algunas otras veces nos apegamos a la relación con tal de llenar un vacío interior que nada tiene que ver con la persona que tenemos delante sino con determinadas carencias o asuntos de nuestra biografía aun no resueltos, que nos condicionan en nuestras relaciones y en nuestra vida adulta.
Cuando busco y no encuentro pareja, cuando siento que no estoy disponible, cuando no puedo comprometerme o cuando tengo la necesidad continua de estar solo/a, también son ejemplos de situaciones que pueden explorarse y abrirnos nuevos caminos y formas de relacionarnos.
Y así, muchos otros asuntos que pueden descubrirse y trabajarse en un proceso terapéutico, tanto individual como de pareja.
La pareja es un regalo, es un espejo de nosotros/as mismos/as que nos ofrece la oportunidad de revisarnos, ver aquello que no vemos por nosotros/as mismos/as y así poder desaprender creencias y patrones de relación que nos impiden disfrutar de la vida en pareja y poder ofrecer eso que somos.